La tensión entre Rabat y Madrid es evidente desde hace meses; en concreto, el interés por parte marroquí de mantenerla, aunque bajo control, y no dejar que destense. La última ondonada en este sentido ha venido una vez más desde el ámbito de los medios de comunicación y apunta directamente al vicepresidente Pablo Iglesias.
La revista BAB, que pubica la agencia oficial de noticias del reino alauí MAP, ha señalado en su número de febrero a Iglesias como «origen de la crisis» entre España y Marruecos. En concreto, la publicación afirma: «Oficialmente, España se alinea con la posición de la ONU en el tema del Sáhara. La opinió pública de este país, como muchos políticos, sigue apoyando al Polisario entre bastidores».
El Sáhara Occidental ha sido uno de los caballos de batalla tradicionales de Marruecos en su política exterior y sus relaciones de vecindad con España. De hecho, la última crisis diplomático vino precisamente generada por unas palabras del primer ministro marroquí en el marco del reconocimiento público a las aspiracione de Rabat sobre este territorio por la Administración Trump en las que el dirigente marroquí apunto directamente a Ceuta y Melilla.
Como consecuencia, Madrid pidió explicación a la embajadora marroquí en España y, aunque desde Rabat se matuvo un medido silencio al respecto en las siguientes semanas, la tensión se añadió a la ya existente entre ambos gobierno y se sumó a las razones que mantienen paralizada y sin fecha de celebración la Reunión de Alto Nivel (RAN) que ambos gobiernos debían haber celebrado en diciembre y se suspendió oficialmente por el impacto de la pandemia de la COVID-19.