Liderado por Estados Unidos, durante los últimos 18 años Marruecos ha albergado entre sus fronteras el ejercicio militar anual African Lion, la mayor práctica de maniobras de todo el continente africano. En las dos últimas ediciones, España ha declinado participar en estos ejercicios militares.
Recientemente, debido al conflicto de Marruecos con el Sáhara Occidental, el Pentágono ha tomado la decisión de buscar otro país anfitrión para estas maniobras en 2023.
Organizados por el Ejército de los Estados Unidos en colaboración con las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR), las maniobras militares African Lion 2022 han tenido lugar del 20 al 1 de julio, principalmente en las regiones de Kenitra, Agadir, Taroudant, Mahbés y TanTan. El ejercicio de maniobras militares en la región de Mahbés ha generado cierta inquietud al ser una zona situada dentro del Sáhara Occidental y muy cercana a la frontera con Argelia. También se desarrollaron ejercicios en zonas de Ghana, Senegal y Túnez.
En estas maniobras militares han tomado parte cerca de 7.500 soldados de Marruecos, Estados Unidos y numerosos países socios, entre los que se encuentran Francia, Países Bajos, Italia, Brasil, Túnez, Senegal, Chad o Ghana, entre otros.
Cuantificados en 36 millones de dólares, los ejercicios African Lion 2022 han consistido en la ejecución de maniobras conjuntas de destacamentos militares en los sectores terrestre, aéreo y marítimo, junto a otras operaciones de descontaminación ante riesgos nucleares, químicos, radiológicos y biológicos. Además, los ejercicios incluyen actividades de gran envergadura orientadas a la formación de líderes militares y a la organización, coordinación y ejecución de operaciones militares contra grupos extremistas.
Otros ejercicios dirigidos por AFRICOM son el Obangame Express, en la costa occidental de África, el Phoenix Express, en el Mediterráneo, y el Cutlass Express de la Armada, cerca del Cuerno de África.
Recientemente, el general Stephen J. Townsend, comandante de la Comandancia para África de Estados Unidos (U.S. AFRICOM), ha anunciado que Estados Unidos está buscando un país que no sea Marruecos para albergar las maniobras de 2023, afirmando que la intención de Estados Unidos es la de «diversificar los ejercicios».
Pese a que el general Townsend no ha mencionado explícitamente el conflicto sobre el Sáhara Occidental como el motivo que subyace tras esta decisión, sí ha aclarado que la resolución viene impuesta porque «el Congreso ha aprobado una ley de defensa para el año fiscal 2022 – vigente para 2023 – que nos lo exige».
La postura contra el hecho de que Marruecos sea el anfitrión de los ejercicios African Lion en 2023 ha sido liderada por el senador republicano de Oklahoma James Inhofe, miembro de mayor rango en el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado y muy cercano a las reclamaciones saharauis, quién acusa a Marruecos de bloquear el proceso político en el Sáhara Occidental.
Inhofe llegó a liderar el pasado año en el Senado estadounidense un movimiento en contestación a la decisión tomada por Donald Trump de reconocer a Marruecos la soberanía sobre el Sáhara Occidental, considerando que el giro en su postura «socavó décadas de política estadounidense coherente».
James Inhofe afirmó la semana pasada, durante una audiencia de confirmación de los candidatos a dirigir el Mando de África y el Mando de Operaciones Especiales, que «durante más de cinco décadas, el pueblo saharaui ha estado sometido a repetidas promesas incumplidas y ataques despiadados por parte del gobierno marroquí […] He presionado para que el Departamento de Defensa busque lugares alternativos para el ejercicio militar anual African Lion que se ha celebrado en Marruecos anteriormente».
Además, James Inhofe se mostró crítico con Marruecos afirmando que «no ha hecho nada para reparar el daño que ha infligido al pueblo saharaui todos estos años, ni para mostrar que se toman en serio resolver la crisis», llegando a denunciar «ataques perversos» a los habitantes del Sáhara Occidental.
La nueva postura adoptada por Washington ante la celebración de las maniobras African Lion ha sido considerada como un golpe diplomático a Marruecos, uno de los aliados de Washington en el continente africano. Tras 18 años acogiendo entre sus fronteras las mayores maniobras militares del continente africano, muestra de la fuerza de la cooperación militar entre Estados Unidos y Marruecos, el estatus del país magrebí como anfitrión regular de los African Lion es del todo incierto.
Recientemente, los tenientes generales nominados para dirigir AFRICOM y SOCOM, Michael Langley y Bryan Fenton, respectivamente, mostraron su conformidad en encontrar ubicaciones alternativas para llevar a cabo los ejercicios militares African Lion en 2023. Además, el Comité ha afirmado que diversificar los anfitriones y las ubicaciones de African Lion ayudará al Departamento de Defensa a expandir las asociaciones en África, aumentar las capacidades de sus socios africanos y aumentar el acceso y la influencia estadounidense en el conteniente.
No obstante, el comandante del U.S AFRICOM, Stephen J. Townsend ha elogiado el papel de Marruecos como anfitrión de los African Lion, llegando a afirmar que «será complicado encontrar un país en África que se pueda aproximar a lo que Marruecos ha sido capaz de hacer durante 18 años, y más en el plazo de un año».
El propio Stephen J. Townsend ha dejado la puerta abierta a que el país magrebí vuelva a acoger los ejercicios: «Seguro que volvemos a trabajar con Marruecos en futuros African Lion».
Este nuevo contexto deja numerosos interrogantes en torno a la relación de cooperación militar entre Estados Unidos y su socio en el norte de África, y evidencia la diversidad de sensibilidades que alberga el corazón de la política estadounidense ante el conflicto territorial de Marruecos en el Sáhara Occidental, especialmente la de aquellas voces dentro del partido republicano, como la de James Inhofe, que no ven con buenos ojos el giro diplomático que tomó Donald Trump en diciembre de 2020.
Fuente de la imagen: Fadel Senna / El Periódico de España